martes, 22 de mayo de 2007

DrAgOnEs

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Entre la ciencia y la fantasía

Cruzadas sangrientas, princesas encerradas en lo más alto de la más alta torre, aguerridos caballeros sin miedo a morir en la batalla y por supuesto... Dragones. En la épica del medievo no existía historia en la que no apareciesen. Todo buen caballero debía enfrentarse a la amenaza de este maravilloso animal, pero pocos vivían para contarlo…¿Existió en realidad este magnífico ser o forma parte de los cuentos?


El término “dragón” procede del latín “draco” y del griego “drakon”, que significa víbora o serpiente. El mito del dragón es común a todas las culturas, y casi siempre ha estado asociado al mal, la destrucción y la muerte. En Mesopotamia, Tiamat era una diosa con forma de dragón que lideraba las hordas del caos en los inicios del universo. Para los egipcios, Apohis era el dragón de la oscuridad, expulsado cada mañana por Ra, el dios sol. En la mitología eslava, el dragón era manifestación del dios Veles, señor del Mundo Subterráneo. En la mitología clásica, era un guardián de tesoros. Podemos citar como ejemplo al dragón de Ladon, protector de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Por su parte, los griegos y los romanos creían que los dragones poseían tal sabiduría que eran capaces de transmitir a la humanidad los misterios del mundo.


La cristiandad integró la figura del dragón en su libro sagrado, la Biblia, para referirse al mal. Al mártir cristiano conocido como San Jorge se le atribuyen, entre otras hazañas, haber librado a una ciudad pagana del dragón que la acosaba. La leyenda cuenta que como agradecimiento por su gesta, toda la ciudad se convirtió al cristianismo. En cambio, en China y Japón, el dragón es un sabio animal que representa el poder terrenal y celestial, el conocimiento, la fuerza y la suerte. Todo un emblema nacional.


De todas estas leyendas se desprenden dos tipos diferentes de dragón: el asiático y el europeo. El primero se trataba de un animal muy parecido a la serpiente, bigotudo y con pequeñas extremidades. Sus alas estaban atrofiadas, por lo que era incapaz de volar. El dragón europeo era de un tamaño similar al Tiranosaurus Rex, caminaba a cuatro patas, podía volar y escupir fuego. Sus dientes podían medir más de 40 cm. En resumen: una bestia realmente temible.


¿Podemos afirmar que los dragones existieron? A lo largo de la historia se han formulado muchas teorías sobre la existencia, aunque ninguna que permita sostener una respuesta categórica. Una de las hipótesis más difundidas sostiene que los dragones fueron una variante biológica de los dinosaurios. Los criptozoólogos afirman que existieron lagartos gigantes de características similares a las atribuidas a los dragones. Una teoría seudo-científica mantiene que los dragones fueron en realidad máquinas voladoras creadas por una cultura desconocida y avanzada.


El interrogante que se plantea la ciencia es cómo un animal como el dragón europeo, cuyo peso superaba las 15 toneladas, podía volar y escupir fuego. Los expertos afirman que poseía dos vejigas de gran tamaño, capaces de albergar una gran cantidad de hidrógeno. Las bacterias intestinales de estas criaturas ayudarían a metabolizar el hidrógeno, gas catorce veces más ligero que el aire que posibilitaría a la enorme criatura elevarse hasta las alturas. El peso se repartiría equitativamente entre sus dos alas, ancladas en cuatro puntos y no en dos como las de los pájaros. La respuesta a su cualidad incendiaria se basaría también en el hidrógeno, combustible natural. El agente catalizador que ocasionaba la chispa necesaria pudo ser el polvo de platino, ingerido mediante la masticación de rocas sedimentarias. Cuando los dragones atacaban, abrían los conductos que daban paso a las reservas de hidrógeno y escupían el fuego, cerrando al mismo tiempo los conductos que comunicaban su cavidad bucal con el estomago y los pulmones para impedir que sus órganos vitales quedaran dañados.


De haber existido, los dragones habrían hecho de este planeta un lugar más aterrador, pero más mágico, porque, después de los dragones… ¿Por qué no magos, duendes y ogros?



Más información en:
http://www.portalmundos.com/mundomisterio/seres/dragones.htm


4 comentarios:

Lady Miau dijo...

Curiosa forma tenían de volar... ¿osea que todo era cosa de las bacterias intestinales? ¡qué cosas!

Besito

Anónimo dijo...

Como en articulos anteriores, las fuentes de infomación (secretas como buena reportera), son excelentes y la redacción impecable, da gusto leer trabajos así. Enhorabuena de nuevo y felicidades, me estas devolviendo el habito por la lectura.

Pregunta con trampa: Algunos no comemos piedras, pero si tenemos gases intestinales creados por las bacterias y no volamos, ¿porque? Contesta a mi mail.

Un beso y un abrazo muy fuertes. E.T

Anónimo dijo...

yo que siempre quise tener un dragon.... pero creo que ahora que se lo de los gases... creo que me lo voy a pensar mejor, no vaya a ser q alguno no controle bien...
creo que ahora solo me dedicare a los unicornios!
de todas formas, y fuera de broma, si en verdad existieron esos animales debieron de ser terribles, sobre todo los europeos y unos animales bastante evolucionados, desde mi punto de vista,xq ademas se decia que eran muy inteligentes.
y sino existieron de verdad, hay que dar la enhorabuena a los hombres que inventaron las historias, porque... que gran imaginacion!
MARIA

tomas dijo...

muy bueno tu blog, pasate por el mio